jueves, 7 de febrero de 2019

Contra quién luchamos? Cuento Sufi


La historia contada es de un viejo anacoreta o ermitaño, es decir, una de esas personas que por amor de Dios se refugia en la soledad del desierto, del bosque o en la montaña para dedicarse exclusivamente a la oración y a la penitencia.
Siempre se quejaba de tener demasiado trabajo. La gente preguntó cómo podía ser que en esa soledad había tanto trabajo.
Dijo: " tengo que domar a dos halcones, cuidar a dos águilas, mantener a dos conejos tranquilos, tener cuidado con una serpiente, cargar un burro y someter a un león."
No vemos animales cerca de la cueva en la que vives. Dónde están todos estos animales?
Entonces el ermitaño dio una explicación que todos comprendieron.
Es porque estos animales los tienen todos los hombres, ustedes también.
- los dos halcones, se tiran sobre todo lo que se les presenta, bueno y malo. Tengo que domarlos para que solo se detengan en una buena toma, son mis ojos.
Las dos águilas con sus garras hieren y destruyen. Tengo que enseñarles a ponerse al servicio y ayudar sin hacer daño, son mis dos manos.
- y los conejos quieren ir donde quieran, otros huyen y esquivando las cosas difíciles. Tengo que enseñarles a estar tranquilos aunque haya un sufrimiento, un problema o cualquier cosa que no me guste, son mis pies.
- lo más difícil es tener cuidado con la serpiente, aunque esté encerrado en una jaula de 32 cañas. Siempre listo para morder y envenenar a los que están cerca tan pronto como se abre la jaula, si no la control estrictamente, duele, es mi lengua.
- el burro es muy terco, no quiere cumplir con su deber. Finge estar cansado y no quiere llevar su carga de todos los días, es mi cuerpo.
- por último, necesito domar al León, quiere ser el rey, siempre quiere ser el primero, es vanidoso y orgulloso, es mi corazón.

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