viernes, 14 de julio de 2017

Un delicioso mensaje sufí


La tarta de albaricoque


Había una vez, una anciana que había sido famosa durante 30 años por el sabor delicioso de sus tartas de albaricoque. Todo el mundo en kilómetros a la redonda había oído hablar de las tartas y las comían cuando tenían la ocasión. En el curso de los años, cientos de personas la asediaron pidiendo la receta.
Ella continuó haciendo las tartas todos los años durante la estación de la fruta de hueso; distribuía las tartas a diestro y siniestro, pero no le decía a nadie la receta.

Un día, temiendo que la mujer muriera sin haber transmitido el secreto, un hombre rico – quien también tenía algo de avaro al tiempo que amante de las tartas de albaricoque - ofreció una recompensa de cien monedad de oro por el secreto.
No pudo encontrar a nadie que cocinase tartas como la anciana, aunque una multitud de gente solicitase la recompensa, pretendiendo que podía hacerlo. Finalmente, sin embargo, se sorprendió al encontrar a la mujer a su puerta, ofreciendo vender la receta.
- Pensé que nunca se la dirías a nadie – balbuceó el hombre rico.
- Ah, pero primero quería encontrar un signo de sinceridad –dijo la anciana.
- Pero ¿cómo sabes que soy sincero? – preguntó el avaro.
- Tú-dijo la anciana- eres un hombre que ama el oro. Que estés dispuesto a desprenderte de una parte de él, y no digamos cien monedas de oro, muestra, al menos mediante tu propio patrón, que eres sincero. Esto es lo más cercano a la sinceridad que, según parece, podemos llegar en esta región. De modo que te daré el secreto.
El hombre rico se sentía encantado, tomó un lápiz y un trozo de papel y pidió a la mujer que dictase.
- No necesitaras lápiz y papel –dijo ella- ya que no hay mucho que decir. Recojo albaricoques gratis, de los árboles de gente caritativa. Luego añado agua y un poco de miel; y eso es todo lo que hay.
- ¡Pero así es como todos los demás hacen tarta de albaricoque! –exclamó el hombre-- Ciertamente no te voy a dar cien monedas de oro por decirme eso.
- Tómalo o déjalo- dijo la mujer.
- No tiene sentido alguno – dijo el avaro-, pero si el secreto no está en los ingredientes, debe encontrarse en la costra de la tarta. ¿Cómo la haces?
La mujer sonrió.
- No la hago en modo alguno. Me acerco al panadero de la villa y le pido algo de la masa pastelera que le haya cobrado, cubro el plato con la pasta y le pido que lo ponga en su horno junto con el pan que hornea, y así es como se hace.
- Pero debe de haber algo especial en las tartas- dijo el hombre-, y quiero descubrir lo que es.
- Muy bien – dijo ella-, sígueme y haz lo que hago y veremos cómo te las arreglas. Veremos si sabes lo que es una receta.


Fueron juntos de excursión por las huertas locales de albaricoqueros. La anciana, como es costumbre es esas partes, fue admitida libremente, mientras que el avaro tuvo que pagar una moneda de cobre antes de que se admitiese recoger tantos albaricoques como desease.
Llevaron los platos al panadero, e hicieron que les pusiese pare de la masa pastelera que le sobraba encima de las tartas. Luego se dedicaron a esperar hasta que éstas estuvieron listas.
Cando las tartas estuvieron horneadas y se enfriaron, las probaron. La tarta de la anciana era deliciosa. Pero la tarta hecha con la fruta escogida por el avaro era en verdad muy ordinaria.
Él meneó el cabeza, perplejo, y luego comenzó a injuriar a la mujer, la llamó impostora por haber introducido algún ingrediente secreto, luego necia por no transmitir el secreto, y finalmente la tachó de bruja en contacto con poderes malignos.
Una vez el hombre se quedó exhausto y se sentó en un banco en el exterior de la panadería, la anciana sonrió una vez más.
- Después de tus resoplidos y tu enojo, tras tus aires de superioridad y confianza en el dinero, tras todo ese absurdo arraigado en el desengaño de falsas esperanzas – dijo ella – te diré dónde te has equivocado.
“Como sabes, a las personas pobres se les permite recoger tanta fruta como deseen en nuestros huertos. En reconocimiento a esto, nunca he tomado la fruta madura y perfecta para mis tartas ya que granjero tiene el derecho a conservar la mejor fruta, de modo que pueda venderla para mantener a su familia. Así que siempre he recogido los albaricoques que no estaban maduros y los demasiado maduros, mezclándolos para mis tartas. Este es el secreto de su maravilloso sabor. Tú, por tu parte, codicias tanto la perfección y la ganancia que, como todos los demás que han buscado mi secreto, tomas siempre la fruta más atractiva. El resultado fueron tartas de albaricoque ordinarias.”


Con estas palabras guardó la bolsa de monedas de oro en su cinturón y siguió su camino.


La codicia, la ansiedad y la compulsión por comparar las enseñanzas sufis con suposiciones anteriores, visible en las reacciones de muchos estudiantes, originan insuficiencias de todo tipo, levantan barreras a la comprensión y ciegan a la gente respecto a cosas que son perfectamente obvias para quienes abordan las enseñanzas de una manera sencilla.

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REFLEXIONEMOS...

Un sabio, cierta tarde, llegó a la ciudad de Akbar. La gente no dio mucha importancia a su presencia, y sus enseñanzas no consiguieron interesar a la población. Incluso después de algún tiempo llegó a ser motivo de risas y burlas de los habitantes de la ciudad.
Un día, mientras paseaba por la calle principal de Akbar, un grupo de hombres y mujeres empezó a insultarlo. En vez de fingir que los ignoraba, el sabio se acercó a ellos y los bendijo.
Uno de ellos comentó:
- "¿Es posible que, además, sea usted sordo? ¡Gritamos cosas horribles y usted nos responde con bellas palabras!".
"Cada uno de nosotros sólo puede ofrecer lo que tiene" -fue la respuesta del sabio-.

77 reglas básicas para la vida según Rumi:


-Tu tarea no es buscar el amor, sino buscar y encontrar las barreras dentro de ti mismo que has construido contra el.
-No te quedes satisfecho con historias, cómo le han ido las cosas a los demás. Revela tu propio mito.
-Ayer era inteligente, por lo que quería cambiar el mundo. Hoy soy sabio, por lo que me quiero cambiar a mi mismo.
-Responde a toda llamada que excite tu espíritu.
-Vacíate de la preocupación. ¿Por qué te quedas en prisión cuando la puerta es tan amplia? Muévete fuera de la maraña del miedo.
-Trabaja en el mundo invisible al menos tan duro como haces en el visible.
-Estos dolores que sientes son mensajeros. Escuchalos.
-Debes derribar partes de un edificio para restaurarlo y lo mismo ocurre con una vida que no tiene espíritu.
-Aquí hay una carta para todo el mundo. Ábrela. Dice; vive.
-Conviértete en el cielo. Usa un hacha contra la pared de la prisión. Escapa.
-Usa la gratitud como un manto y alimentará cada rincón de tu vida.
-Cada uno ha sido fabricado para un trabajo en particular, y el deseo para ese trabajo ha sido puesto en cada corazón.
-Para cambiar, una persona debe encarar el dragón de sus apetitos con otro dragón, la energía vital del alma.
-Soy hierro resistiendo el imán más grande que hay.
-Los amanters no se encuentran en ningún lugar. Se encuentran el uno al otro todo el tiempo.
-Antes de que la muerte se lleve lo que se te ha dado, da lo que tienes para dar.
-¿Por qué estas tan encantado con este mundo cuando una mina de oro late en tu interior?
-¿Quién se levanta temprano para descubrir el momento en que comienza la luz?
-¿Por qué debería quedarme en el fondo del pozo cuando una cuerda fuerte esta en mi mano?
-Naciste con alas. ¿Por qué prefieres gatear por la vida?
-¿No es hora de dar la vuelta a tu corazón a un templo de fuego?
-En tu luz aprendo cómo amar. En tu belleza cómo hacer poemas. Bailas dentro de mi pecho, donde nadie te ve, pero a veces yo lo hago y esa luz se convierte en este arte.
-Lo que buscas te esta buscando a ti.
-Sigue llamando y la alegría en el interior se abrirá eventualmente y mirará quien hay ahí.
-Hay una fuente dentro de ti. No camines con un cubo vacío.
-Si pudieses desplegar las alas y liberar tu alma de los celos, tú y todos a tu alrededor volarían alto como palomas.
-Pon tus pensamientos a dormir, no dejes que arrojen una sombra sobre la luna de tu corazón.
-Funde la nieve. Lávate a ti mismo.
-Hay una mañana dentro de ti esperando a estallar en la luz.
-Deja que las aguas se asienten y verás la luna y las estrellas reflejadas en tu propio ser.
-Hoy, como cualquier otro día, nos levantamos vacíos y con miedo. Que la belleza que amamos sea lo que hacemos.
-No te aflijas, cualquier cosa que pierdes vuelve de otra forma.
-Todo aquel que conoce el poder de la danza mora en dios.
-La belleza nos rodea pero normalmente necesitamos andar en un jardín para saberlo.
-Tus piernas se harán pesadas y cansadas. Luego vendrá un momento de sentir las alas que has criado.
-Hay una canasta de pan fresco en tu cabeza y aún así vas de puerta en puerta pidiendo cortezas.
-Como puedo saber algo sobre el pasado o futuro cuando la luz del amado brilla solo ahora.
-La cicatriz es el lugar donde te entra la luz.
-Mi alma es de otro lugar, estoy seguro de eso, y tengo la intención de terminar allí.
-He vivido al borde de la locura, queriendo saber las razones y llamando a una puerta. ¡Había estado llamando desde el interior!
-Así es como somos con el vino y la buena comida. Queremos y nos emborrachamos, luego viene el dolor de cabeza y la resaca.
-A medida que comienzas a andar fuera del camino, el camino aparece.
-Hay mil maneras de arrollidarse y besar la tierra.
-Vende tu inteligencia y compra el desconcierto.
-Dios te pasa de un sentimiento a otro y te enseña por medio de los opuestos, para que tengas dos alas para volar, no una.
-Una libertad secreta se abre a través de una grieta que a penas se puede ver.
-Cuando haces cosas desde tu alma, sientes un río moviéndose dentro de ti, una alegría. Cuando la acción viene de otra sección, el sentimiento desaparece.
-La ignorancia es la prisión de dios. La sabiduría es el palacio de dios.
-Mi cabeza estalla con la alegría de los desconocido. Mi corazón se expande mil veces.
-Ven aquí donde las rosas se han abierto. Deja que el alma y el mundo se conozcan.
-Algunas cosas abren nuestras alas, algunas cosas hacen que el aburrimiento y dolor desaparezcan.
-Hay una forma de respirar que es una verguenza y un sofoco y hay otra forma de expirar, una respiración de amor, que te permite abrirte infinitamente.
-Así es como moriré en el amor que tengo por ti: como piezas de nube disueltas en la luz solar.
-El centro del universo visible e invisible sonríe, pero recuerda que las sonrisas vienen mejor de los que lloran.
-No me arrepiento de lo mucho que amo, y evito aquellos que se arrepienten de su pasión.
-Purifica tus ojos, y mira la pureza del mundo. Tu vida se llenará con radiantes formas.
-El silencio es el lenguaje de dios, todo lo demás es pobre traducción.
-Estar ocupado entonces con lo que realmente valoras y dejar al ladrón que se lleve algo más.
-La brisa de la madrugada tiene secretos que contarte. No te vayas a dormir.
-Enciende tu vida. Busca aquellos que encienden tus llamas.
-Donde hay ruina, hay esperanza para un tesoro.
-Se una lámpara, un bote salvavidas o una escalera. Ayuda a sanar el alma de alguien. Salga de su casa como un pastor.
-No pienses que el jardín pierde su éxtasis en invierno Es silencioso, pero sus raíces están ahí debajo.
-Toma sorbos de este vino puro que es vertido. Que no te preocupe que se te haya dado una copa sucia.
-Eleva tus palabras, no la voz. Es la lluvia lo que hace crecer las flores, no los truenos.
-Ahora es el momento de unir al alma y el mundo. Ahora es el momento de ver la luz del sol y las tinieblas como una.
-El amor viene con un cuchillo, no con alguna pregunta tímida, y no con miedos por su reputación.
-Baile en medio de la lucha. Baila en tu sangre. Baila cuando seas perfectamente libre.
-Este amor es la rosa que florece para siempre.
-Conviértete en poesía viviente.
-Solo desde el corazón puedes tocar el cielo.
-Permítete a ti mismo ser silenciado por el tirón más grande de lo que verdaderamente amas.
-No te des la vuelta. Mantén tu mirada en el lugar vendado. Ahí es donde entra la luz.
-El dolor que abrazamos se convierte en alegría. Llévalo a tus brazos donde puede cambiar.
-Riega los arboles frutales y no las espinas.