jueves, 25 de julio de 2013

Poesía Mistica Sufi: Al Hallaj




*
Dedico este post a hacer una breve mención del poeta y místico sufí del siglo X Hussein Ben Mansour (858-922), conocido como Al Hallaj. Fue martirizado y ejecutado. La sociedad de su época (las autoridades) le vio como un místico digamos que 'escandaloso', por ejemplo con su afirmación directa cuando decía: Yo soy la Verdad.




Yo he visto a mi Señor por el ojo del Corazón.

Yo dije: ¿Quién eres Tú?

Él me respondió: Tú.

***

La aurora del Bienamado se ha levantado de noche.

Ella resplandece y no tendrá ocaso.

***

Soy Aquel a quien amo;

y Aquel a quien amo Soy yo.

Cuando me ves, ves a Aquel;

y, cuando ves a Aquel, nos ves a nosotros.

***

¡Te he saludado ahí, en mi consciencia!;

¡mi lengua, en el éxtasis, ha dialogado Contigo!

Nos hemos unido en cierto sentido;

y, en cierto sentido, nos hemos separado,

pues mientras Tu majestad

Te ocultaba a las miradas de mis ojos,

mi consciencia Te ha percibido

en el fondo de mi corazón.

***

Tú eres quien ha asignado
a este testigo actual (1) de tu esencia divina
cierta ipseidad (2) para hablar de Ti en primera persona.
Al exponer Tus tradiciones,
Tú has tomado mi esencia
para que te sirva de símbolo (entre los hombres).
Cuando, maniféstandome en mi estado postrero, acudiste a
proclamar mi Esencia (la tuya, Creador mío),
¿quién habla creador o criatura?.

(1) El propio Al-Hallaj(2) Carácter del Ser, tan profundo que se identifica con la propia existencia de la persona


***

Rey glorioso, Te sé trascendente.

Te afirmo por encima de todas las denominaciones

de quienes Te han dicho: “¡Gloria a Ti!”;

por encima de todas las negaciones

de quienes Te han dicho: “¡No hay más Dios que Dios!”;

por encima de todos los conceptos

de quienes Te han concebido.

¡Oh Dios mío, me sabes impotente

para ofrecerte la acción de gracias que mereces!

Ven, pues, a mí para agradecerte a Ti mismo.

¡Esta es la verdadera acción de gracias, no hay otras!

***

¡Ay!, ¿Tú o yo?: ¡He aquí dos dioses!

Lejos de mí, lejos de mí la afirmación de dos.

Ah, jamás mi no-ser es para Ti un ser;

y mi todo es en todo ambiguo al doble rostro.

¿Dónde, entonces, está Tu ser ahí donde yo miro?

Pues ya mi ser está allá o él no tiene “dónde”.

¿Y dónde está Tu rostro que yo busco con la mirada?;

¿en la visión del corazón?, ¿en la visión del ojo?

Entre Tú y yo, un yo está de más:

¡Qué la separación cese y que el Tú avasalle al yo!

***

Oh tú que me acusas por Su amor, ¡cómo me acusas!

No me habrías acusado si de Él hubieras sabido por qué sufro.

Algunos van de peregrinación, la mía está ahí donde yo habito.

Sacrifican el ganado y yo, mi alma y mi sangre.

Aquellos que, sin la ayuda de los sentidos, giran alrededor de la Ka’aba,

giran alrededor de Dios, Quien les dispensa del Lugar Sagrado.

***

Me sorprendo de Ti y de mí,
oh Tú, que deseas al deseante.
Tú me has acercado a Ti
al punto que he creído que Tú eras yo.
Y me he absorbido en el amor
al punto que Tú me has aniquilado en Ti.
¡Oh, mi felicidad en la vida
y mi quietud después de mi sepultación!
En mi lamento y mi confianza
sólo Tú me acompañas.
¡Oh Tú cuyos jardines de signos
abrazan toda apariencia!
Si yo deseo una cosa,
Tú eres todo lo que yo deseo

***

Tu Espíritu se mezcla a mi Espíritu
como el ámbar al almizcle oloroso.
Si una cosa Te toca, ella me toca,
porque Tú eres yo inseparablemente.

***

¡Mi Único me ha unificado por la unificación de lo Verdadero:
Verdadero que no conduce a multitud de caminos.
Yo soy lo Verdadero y lo Verdadero es Verdadero por lo Verdadero.
Él se viste de Sí mismo y la diferencia se desvanece.
¡Estrellas puras se manifiestan
centelleando en brillantes relámpagos!

***

Tú moras en mi corazón y él contiene los misterios de Ti.

¡Que la morada se regocije y se regocije el vecino!

Él no refrena ningún misterio que yo conozca, salvo Tú.

Mira con Tu ojo: ¿hay algún otro en la morada?

Que la noche de la separación se alargue o se acorte,

la esperanza y el recuerdo de Él me hacen compañía.

Mi pérdida me conviene porque Te conviene, Oh mi Asesino;

y yo elijo lo que Tú eliges.

***

Cuando el enamorado alcanza la perfección en el Amor

y se abstiene de Invocarlo bajo el dominio de la invocación,

entonces ve la verdad de aquello con que el Amor le rindió testimonio:

blasfemia, la plegaria de los amantes.

***

Me esforcé en esperar,

pero mi corazón, ¿puede hacer esperar a mi corazón?

Tu Espíritu se mezcló a mi Espíritu,

en la proximidad y la distancia,

pues yo soy Tú como Tú;

Tú eres yo y lo que yo quiero.

***

Con el ojo del corazón vi a mi Señor

Y Le dije : ¿Quién eres Tú? El me dijo: ¡Tú!

Pues por Ti “donde” no es un lugar

Y allá donde Tú estás no hay un “dónde”

De Ti la imaginación no tiene imagen

A fin de que pueda saber dónde estás Tú

Tú que contienes todo “dónde”

A la manera de “no dónde”, ¿dónde entonces estás Tú?

***

Tu imagen está en mi ojo

Tu invocación en mi boca

Tu habitación en mi corazón

Entonces, ¿dónde podrías estar ausente?

***

Te he escrito sin escribir

Es más bien a mi Espíritu a quien he escrito sin escribir

Porque nada separa al Espíritu de su Bien Amado

Ni siquiera la distancia de una carta

Y toda carta emanada de Ti, proveniente de Ti

Es una respuesta sin reenvío de respuesta

***

Mi corazón tenía caprichos dispersos

Y mis caprichos, desde que el ojo Te ha visto, se han unido

Ahora me envidia aquel que yo envidiaba

Y soy el maestro de otros desde que Tú te has convertido en mi maestro

No me culpen en Ti amigos y enemigos

Porque desconocen la gravedad de mi prueba

He dejado a la gente su acá-abajo y su religión,

Absorbido en Tu amor,

Oh Tú mi religión y mi acá-abajo

***

Qué tierra está vacía de Ti

¿Por qué se elevan a buscarte en el cielo?

Tú los ves mirándote en el gran día

Pero ciegos ellos no ven


sábado, 13 de julio de 2013

Los Dos Borrachos. Rumi y sus cuentos.

Los Dos Borrachos

Un hombre que bebía mucho llegó pronto al punto de perder los sentidos y todo respeto por sí mismo.

Una vez, un amigo lo encontró en ese estado deplorable tirado en el camino.

De modo que tomó un gran saco y puso allí al borracho, y lo cargó sobre sus hombros para llevarlo a casa.

En el camino, apareció otro borracho, arrastrándose apoyado en un compañero.

... En ese momento, el borracho que iba en el saco con la cabeza colgando, se despertó y viendo al otro en ese estado lamentable dijo en tono de reproche:

“Ah, desgraciado, en el futuro, toma dos copas de vino menos, entonces serás capaz de andar como yo, libre y sin necesidad de apoyarte”.

Nuestro propio estado no difiere de este. Vemos las fallas de los otros porque no amamos.

Si tuviéramos la mínima comprensión del amor verdadero, las faltas de las personas que nos rodean nos parecerían virtudes.

FARID UD – DIN ATTAR
“LA ASAMBLEA DE LOS PAJAROS”
MANTIQ UT – TAIR (Poeta Filosófico Religioso en Prosa)

jueves, 4 de julio de 2013

Verdadero remedio. Rumi.

Shamsuddin se convirtió en un discípulo muy devoto y aceptó que era cierto lo que le había dicho Maulana: que como él tenía la impulsividad propia del Buscador espiritual, buscaba constantemente la compañía de todos los maestros posibles; pero lo que le había dicho Maulana le había abierto los ojos a la realidad de un maestro verdadero. Aquel día, Maulana recito unos versos y mando a todos sus discípulos que se los aprendieran de memoria. Decía así:

“En este mercado
de los vendedores de medicinas de lo Oculto,
no corras de un lado a otro,
pasando por todas las tiendas.
¡Siéntate, mas bien en la tienda
del que te puede dar el verdadero remedio!"

martes, 2 de julio de 2013

Descubrí lo que es bueno para mí.

Descubrí lo que es bueno para mí.
El pato y la gata

-¿Cómo es que usted se inició en la vida espiritual? –preguntó uno de los discípulos al maestro Sufi Shams Tabrizi.
-Mi madre decía que yo no estaba lo suficientemente loco como para internarme en un hospicio, ni era lo suficientemente santo para entrar en un monasterio –respondió Tabrizi.
–Entonces decidí dedicarme al sufismo, donde aprendemos a través de la meditación libre.
-¿Y cómo le explicó eso a su madre?
-Con la siguiente fábula: alguien le acercó un patito a una gata para que la gata lo tomara a su cargo. Este seguía a su madre adoptiva por todas partes, hasta que un día, ambos llegaron frente a un lago. Inmediatamente el patito entró en el agua, mientras que la gata, desde la orilla, gritaba: “¡Sal de ahí! ¡Te vas a morir ahogado!” Y el patito respondió: “No, madre, descubrí lo que es bueno para mí, y esto es que estoy en mi ambiente. Voy a continuar aquí, aunque tú no sepas lo que significa un lago.”