jueves, 26 de septiembre de 2013

Poesía Mística Sufi


Una gota que caía de una nube tormentosa
se sintió turbada por la extensión del mar:
“¿Quién soy yo ante la vastedad del océano?
¡Si así es El, yo no soy nada!
Mientras se veía a sí misma con el ojo del desencanto
una concha la cobijó en su seno.
Tanto nutren los cielos las cosas
que la gota se trasformó en una célebre perla real:
nacida de lo alto para caer en lo bajo
golpeó la puerta de la nada:...
hasta que el ser advino.

SAADI
 
 

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