Cierto faquir vio a un triste derviche alejándose lentamente de la tekkia del gran maestro Arif Hakimi de Paghman.
Le preguntó al guardián de la puerta que razón podía haber para que este hombre tuviera un aspecto tan alicaído. El portero replicó, según Ghalib Shah:
- Él reclamó derecho de asistir a las reuniones de la Gente de la Verdad. Pero la Gente lo hecho fuera, ya que aquellos que tienen el derecho, no pueden exigirlo, y aquellos que lo exigen, no pueden tenerlo.
Como se oyó comentar al mismo Abú-Yusuf:
- El discípulo no necesita decir una palabra antes de que el Guía sepa, por su conducta y actitud, si él ha venido a aprender o ha venido a comerciar.
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