martes, 30 de diciembre de 2014
El Anwar-i-Suhaili dice:
El mundo es una colina
y nuestras acciones un disparo;
el eco del disparo vuelve hacia nosotros.
Aunque la pared produce una larga sombra,
la sombra, no obstante, retorna a la pared.
miércoles, 17 de diciembre de 2014
"Será para bien"
Un buen rey tenía como amigo y consejero a su primer ministro que era sufí. Era un sufí tranquilo y sabio que le ayudaba en lo que sabía y podía. Este ministro y consejero solía utilizar la expresión “será para bien” y lo más probable era que siempre acertara, sabía cuando hablar y qué decir…
Aunque un buen día el rey, pelando una manzana, cometió un error de corte y se cortó y amputó su dedo pulgar. Se lanzó a gritar y con los ojos desorbitados miró a su ministro. El sufí bastante sereno le miró y dijo: “Será para bien”.
El rey se airó todavía más y le gritó: Sólo por el aprecio que te tengo no te mando cortar la cabeza, pero te voy a encarcelar por decirme semejante tontería: ¿Cómo será para bien si perdí mi dedo?
Aunque un buen día el rey, pelando una manzana, cometió un error de corte y se cortó y amputó su dedo pulgar. Se lanzó a gritar y con los ojos desorbitados miró a su ministro. El sufí bastante sereno le miró y dijo: “Será para bien”.
El rey se airó todavía más y le gritó: Sólo por el aprecio que te tengo no te mando cortar la cabeza, pero te voy a encarcelar por decirme semejante tontería: ¿Cómo será para bien si perdí mi dedo?
El ministro mientras era apresado y llevado a prisión miró al rey y dijo de nuevo: “Será para bien”
El rey pensó: “Vaya sufí loco que piensa que será para bien que lo meta en prisión”.
Pasado un tiempo unos enemigos del rey dominaron y conquistaron sus tierras y se apoderaron de su palacio, lo apresaron y decidieron quemarlo en sacrificio a sus dioses por haberles dejado ganar a éste rey. Así organizaron un gran mástil al que ataron al rey con cuerdas y le pusieron paja en la base para quemarlo vivo. Cuando uno de ellos exclamó: ¡No podemos quemarle y sacrificarlo a nuestros dioses, le falta un dedo, está incompleto, sería una ofensa para los dioses! Otro exclamó: “Busquemos pues, al primer ministro”.
Buscaron y buscaron pero nadie imaginaba que el primer ministro estaba en prisión por castigo y orden del rey; así que no pudieron quemarlo tampoco a él.
Pasados unos meses, unos aliados del rey de paises vecinos lucharon, expulsaron y vencieron a sus enemigos y ayudaron a devolver al rey su poder, su trono y sus tierras.
El rey, una vez libre y con poder otra vez, lo primero que quiso fue hablar con el primer ministro para comunicarle que tuvo razón y lo quería premiar por su sabiduría. Una vez ante él, el rey dijo: “Tuvísteis razón mi buen amigo, ministro y consejero. Fue para bien que me amputé el dedo. Por ese motivo no me quemaron, si no ahora estaría muerto, y fue para bien que te encarcelase, si no te habrían matado a ti. ¡Quiero darte riquezas y tesoros por haber sido tan sabio!“
El sufí le dijo: “Todo este tiempo en la cárcel me sirvió para reflexionar y llegué a la conclusión de que ya soy un anciano y quiero dejar la vida de palacio. Deseo dedicar todo el tiempo que me quede, antes de morir, a meditar y cultivar mi espiritualidad como ermitaño en los bosques, en contacto más íntimo con la naturaleza”.
Pasado un tiempo unos enemigos del rey dominaron y conquistaron sus tierras y se apoderaron de su palacio, lo apresaron y decidieron quemarlo en sacrificio a sus dioses por haberles dejado ganar a éste rey. Así organizaron un gran mástil al que ataron al rey con cuerdas y le pusieron paja en la base para quemarlo vivo. Cuando uno de ellos exclamó: ¡No podemos quemarle y sacrificarlo a nuestros dioses, le falta un dedo, está incompleto, sería una ofensa para los dioses! Otro exclamó: “Busquemos pues, al primer ministro”.
Buscaron y buscaron pero nadie imaginaba que el primer ministro estaba en prisión por castigo y orden del rey; así que no pudieron quemarlo tampoco a él.
Pasados unos meses, unos aliados del rey de paises vecinos lucharon, expulsaron y vencieron a sus enemigos y ayudaron a devolver al rey su poder, su trono y sus tierras.
El rey, una vez libre y con poder otra vez, lo primero que quiso fue hablar con el primer ministro para comunicarle que tuvo razón y lo quería premiar por su sabiduría. Una vez ante él, el rey dijo: “Tuvísteis razón mi buen amigo, ministro y consejero. Fue para bien que me amputé el dedo. Por ese motivo no me quemaron, si no ahora estaría muerto, y fue para bien que te encarcelase, si no te habrían matado a ti. ¡Quiero darte riquezas y tesoros por haber sido tan sabio!“
El sufí le dijo: “Todo este tiempo en la cárcel me sirvió para reflexionar y llegué a la conclusión de que ya soy un anciano y quiero dejar la vida de palacio. Deseo dedicar todo el tiempo que me quede, antes de morir, a meditar y cultivar mi espiritualidad como ermitaño en los bosques, en contacto más íntimo con la naturaleza”.
sábado, 13 de diciembre de 2014
Mevlana Jalaluddin Rumi
"Aparte de esta lengua, tenemos otra lengua diferente, aparte del infierno y del edén, tenemos otro sitio diferente; viven por otra Alma los corazones libres, esa perla preciosa de su ser es de otra mina diferente."
Jesús:
Un hombre que caminaba con Jesús vio unos huesos.
Pidió a Jesús que le enseñara a resucitar a los muertos.
Jesús le dijo: -Eso no es para ti. No te has preocupado de ti mismo, pero ahora te interesa devolver la vida a otro.
Pidió a Jesús que le enseñara a resucitar a los muertos.
Jesús le dijo: -Eso no es para ti. No te has preocupado de ti mismo, pero ahora te interesa devolver la vida a otro.
Nada
BRR:
Nada tienes, nada pierdes, nada eres.
Aunque le quites todo a un cero sigue siendo cero.
Solo Allah y nada mas
Nada tienes, nada pierdes, nada eres.
Aunque le quites todo a un cero sigue siendo cero.
Solo Allah y nada mas
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